Es por esa misma razón que temo a mostrar mis odios, todavía siento los fantasmas del pasado que me reprenden o me ignoran cuando muestro mi capacidad de odiar. El odio y el temor se complementan en la palabra "olvido", temo mostrar mi odio porque seré olvidada, pero odio que lo que me importe realmente es esa indiferencia de los demás. Es irónico que lo contrario al odio es la indiferencia y que sea a lo que más temo, pero que al mismo tiempo actúe con indiferencia y eso genere ese odio a mí misma